Estrellado, revuelto, cocido, frito o para capear, el huevo es de los alimentos más versátiles, nutritivos, deliciosos y accesibles.Es un gran aliado en la dieta del deportista. Por mucho tiempo se le satanizó, poniéndolo dentro de la canasta de precursores de enfermedades cardiovasculares por su alto contenido en colesterol.
Gracias a diversos estudios durante más de tres décadas se ha demostrado que su contenido no influye en los niveles de colesterol en sangre. Los lácteos enteros como leche, queso y mantequilla, así como la carne roja, sí elevan el colesterol sanguíneo. Otros factores que inciden sobre los niveles de colesterol son el modo de preparación y los ingredientes que se añaden.
Media docena de razones para disfrutarlo
1 Contiene proteína de calidad. La proteína del huevo tiene una mezcla perfecta de aminoácidos esenciales necesarios para mantener la función muscular y la regeneración de tejidos. Después de la leche materna, la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) considera al huevo como el alimento que posee mayor valor biológico.
2 Combate la inflamación. La yema del huevo es rica en colina o vitamina B7. Este nutriente cuenta con propiedades antiinflamatorias que contribuyen en la prevención de diversas enfermedades. Si bien la inflamación es parte del proceso de curación del cuerpo, la inflamación crónica es causa de lesiones musculares, fibromialgias, alergias, trastornos de la piel, asma, artritis y enfermedades cardiovasculares.

3 Fortalece el sistema inmune. El exceso de ejercicio provoca que disminuyan las defensas del cuerpo, lo que ocasiona mayor riesgo de contraer infecciones. La vitamina A en el huevo fortalece el sistema inmune puesto que contribuye en la creación de glóbulos blancos, responsables de combatir virus y bacterias.
4 Sumamente versátil. Si pensamos en la cocina mexicana es posible consumirlo solo, como acompañante o como uno de varios ingredientes; como platillo principal o guarnición, en preparaciones dulces o saladas…
5 Te mantiene en forma. Al ser un alimento rico en proteínas ayuda a sentir saciedad y brindar energía durante más tiempo, lo cual contribuye a mantener un peso saludable. The International Journal of Obesity demuestra que incorporar huevos en el desayuno, por lo menos cinco días por semana, promueve el control de peso en personas que se sometían a dietas bajas en calorías, en comparación con quienes desayunaban pan con un contenido calórico similar.

6 Mejora la visión. El color amarillo de la yema se debe al contenido de luteína y zeaxantina, dos pigmentos carotenoides que ayudan a prevenir la degeneración macular (causa de ceguera relacionada con la edad) y el riesgo de cataratas. Un estudio en The Journal of Nutrition reveló que consumir seis huevos a la semana durante tres meses aumenta los niveles de zeaxantina en sangre y mejora la densidad óptica del pigmento macular.
¿Quieres un motivo extra?
Recargan tu energía. Un huevo contiene 22% de la ingesta diaria sugerida de riboflavina, vitamina del grupo B que se encarga de transformar los alimentos en energía. Por otro lado, cumple funciones antioxidantes, puesto que activa las enzimas que nos protegen de sustancias que generan los radicales libres y dañan nuestras células.