La costumbre dicta que el core se entrena en el gym; pero lo cierto es que la natación te da la posibilidad de tener el abdomen plano y fuerte. Aquí te compartimos unos ejercicios para que -además de nadar más rápido- empieces a notar tu ‘six pack’.
Durante el nado, la zona media del cuerpo (el core) trabaja constantemente. Al tensar el abdomen se produce una mayor tracción y mejor desplazamiento, esto porque se reduce la resistencia del cuerpo en el agua. Pero no todo depende nada más de “tensar” o de “meter la panza” y listo, esta activación de los ‘abs’ se produce con la repetición y con la ejecución de ejercicios que demandan su participación. Aquí te compartimos cuatro que dependen en buena medida de la zona media del cuerpo y te darán mucha más fuerza.
Checa estos ejercicios que están planteados para que el abdomen se desarrolle lo máximo posible.
- Salidas. Generalmente entramos una sola vez a la alberca y listo. Pero si dedicas unas 8 o 10 salidas para practicarlas, no sólo tu clavado será mejor, sino que en cada salto estarás involucrando a tu abdomen de una forma que poco acostumbra.

- Vueltas de campana. Este gesto hace más eficientes tus vueltas. En lugar de perder tiempo en acercarte, tocar la pared, girar y volverte a impulsar, la vuelta de campana resume todo eso, sin mencionar que para realizarla necesitas de tu abdomen para juntar tu cuerpo e impulsarlo con fuerza. Procura hacerlas todo el tiempo.
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La vuelta de campana requiere de la contracción efectiva del recto abdominal. - Palmeteos. Es un ejercicio de sensibilidad, es decir, sirve para que tus manos y brazos tengan mejores sensaciones al momento de jalar agua. Permiten que cada brazada sea más efectiva (mayor avance con menor esfuerzo): El asunto es que para entrenarlos, necesitas que tu abdomen esté activo todo el tiempo. Realiza entre 100 y 400 metros de este ejercicio ya sea después de tu afloje o al finalizar tu sesión.

- Flechas. Este gesto es donde la posición del cuerpo es lo más importante: espalda recta, brazos extendidos, barbilla pegada al pecho, piernas estiradas y abdomen contraído. Además, al momento de hacer la patada, tanto de crol como de delfín, el movimiento nace desde el abdomen. Trata de que cada vuelta comience con una buena flecha.
