En años recientes se ha viralizado en redes sociales fracciones de colecciones privadas de autos que se dejan ver rodando por calles mexicanas, que en cada locación causan sensación entre los amantes y no amantes de los autos, debido a que, en una descripción simple, son arte.
Considero que el principal motivo de que se hagan virales las excelentes fotos de los ‘spotters’ es el hecho de que sea un compatriota el que lo maneje y posea, dando un mensaje en el inconsciente de que es posible llegar.
En México se tiene un fuerte arraigo hacia el mundo automotor en todas las edades, la gran mayoría iniciamos con modelos a escala 1:64 y no es nuevo que los “niños” con edad laboral inicien o migren su pasión a autos que se pueden manejar, sin embargo, hay colecciones escala 1:1 que llevan años formándose y por medio de redes sociales algunos coleccionistas han permitido dar a conocer piezas únicas en el mundo habitando tierras mexicanas.
Dentro de estas colecciones podemos destacar la del coleccionista mexicano con alias “Don Huayra” quien se ha viralizado no sólo por la exclusividad de sus autos, sino la empatía que tiene hacia los ‘Petrolheads‘, demostrando que hay maneras de transmitir experiencias y emociones al resto de amantes de autos, rodándolos por las calles, dando la oportunidad de verlos a detalle y escuchar sus motores.
El cliché de la gran mayoría de amantes automotores, sin duda, podrían ser los posters de Lamborghini Countach, Diablo o alguno de Ferrari como un Testarossa, F40 o el americano por tradición: el Corvette en cualquiera de sus ya ocho generaciones. El observar estos posters idealizaba ya un reto por cumplir, pero, ¿en qué momento pasamos de los deportivos a súper deportivos y más recientemente a los híper autos?
El primer híper-auto considerado por muchos es el Bugatti Veyron, debido a que a diferencia de la antesala automotriz, los súper deportivos como Ferrari F40, F50 o el legendario McLaren F1, por mencionar algunos, el Bugatti Veyron fue el primer auto en rebasar el millón de dólares en su precio al público, con una ficha técnica y capacidades nunca antes vistas en un auto de producción en serie, como su motor W16 con cuatro turbos; por destacar alguno, abriendo una gama nueva al exclusivo mundo de autos.
El Bugatti Veyron fue el primer auto en rebasar el millón de dólares
Los “nuevos” chicos de la cuadra PAGANI y Koenigsegg, ambas marcas alusivas al apellido de su respectivo fundador Horacio Pagani y Christian Von Koenigsegg, amantes de los autos capaces de atreverse a plasmar sus diseños en autos reales con ideales definidos, que después de años de desarrollo, hoy son marcas ícono en el exclusivo segmento.
Pagani con la filosofía de Leonardo Da Vinci, buscando demostrar que es posible mezclar la ciencia y el arte en una misma pieza. Koenigsegg buscando ser el más rápido del mundo.
A diferencia de las muchas marcas que se quedaron en el camino buscando posicionarse queriendo ser otro Ferrari, Pagani y Koenigsegg destacan el haber plasmado la esencia de su personalidad en sus autos.
Sin importar la edad, cada amante automotor se lastimará el cuello al voltear a ver el auto de sus sueños que, sin importar el costo, disfrutará algo en ese breve momento, tal vez el sonido, el reflejo de la pintura, las líneas, los rines o algún recuerdo que ese modelo represente para cada uno.
Hay maneras de compartir experiencias con desconocidos que comparten el mismo gusto, tal vez una salida con acelerador a fondo o revolucionar el motor, puede transformar el ánimo o sacar una carcajada de emoción que pocos podrán describir en palabras al vivirlo.
Héctor González Durán. 30/12/2021